Cuadrar un Gobierno no es fácil y menos con la cantidad de condiciones que se imponían a Zapatero, pero el resultado final de la ecuación desvelado el sábado es de alumno de matemáticas de logse.
El presidente es muy dado a enviar mensajes a través de gestos muy cara a la galería Cen una incomoda posición por mucho que El País diga que ahora, por arte de magía, sons muy amiguitos. Por no hablar del mensaje que envía a la arena política: sacrificate por mí, fracasa estrepitosamente, pero yo te recompensaé y no harás frente a tu fracaso.
Las buenas noticias se limitan a la continuidad del buen hacer y la cabeza de Rubalcaba y la experiencia de Moratinos junto a la creación de un ministerio que une universidad e innovación al frente del cual se sitúa a alguien del medio y con esperiencia como Cristina Garmendia.
De Corbacho tengo buenas referencias como gestor de proximidad pero al frente de inmigración por un partido socialmente concienciado esperaría a alguien que no compita en populismo con la derecha, le ponemos una señal de "a seguir".
muchas sombras, pero dejemos las aguas fluir.
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