Zapatero en estado puro….

Como diría Pepiño, eso es lo que vimos ayer en 59 segundos. Un tipo tramposo, inconexo, con un estilo verbal de monja ursulina, con un optimismo de peter pan o una falacia de Maquiavelo (mas bien lo segundo), con un auditorio melifluo y con una claque conformada por periodistas afines (momento cumbre del peloteo la pregunta de Fernando Onega sobre como se sentía su socialismo ante el sufrimiento de los débiles) .

Para empezar su tare comunicadora y ante las acusaciones de poca actividad reciente, el Presidente se fue a casa de unos amigos a tomar café y a dejarse echar un cable para convencer a los convencidos. Como lo suyo es enrollarse y disiparse y nunca dar una respuesta directa a la pregunta directa, se le cambiaron las reglas que para eso es el jefe supremo del ente. 59 segundos se llama el programa de marras de Ana Pastor porque solo se permiten 59 segundos en cada intervención. Eso era hasta ayer que llego el jefe y decidió que su hablar rococó necesita mas de 59 segundos y que merecía la pena torturar a quien siguiera tan nefasto programa con mas tiempo del habitualmente asignado.

Y, ¿qué dijo? Ni idea chico, estuvo hablando durante 50 minutos y no sabría decir muy bien de que estuvo hablando. Se que se permitió el lujo de criticar a aquellos que anunciaron y siguen anunciando la crisis y que lo único que pudo aducir a la realidad de la crisis es que la tasa de paro no llegará a la que tenia el PP. Supongo que ahora deben estar más tranquilos aquellos que tengan el paro en puertas, se van a ir al paro pero estarán menos en el paro que hace 5 años (cosa que también es falsa puesto que la población activa era menor). Cualquiera con dos dedos de frente sabe que vamos a superar ese 10% de paro que dejo Aznar y entonces habría que sacarle a Zapatero la declaración de ayer para ver que nos cuenta entonces.

Claro que para sacarle las imágenes de ayer tendremos que tener algún periodista que quiera incomodar al presidente no como ayer. Ayer sólo tuvimos una charla entre unos chicos simpáticos y majos y el presidente al que ninguno de los chicos majos quería incomodar.

Lamentable ejercicio de onanismo ayer con el dinero de todos.